Poco a poco la sociedad ha ido dejando el entorno rural para acomodarse en una vida más urbanita, lo que tiene sus ventajas y sus desventajas. Nuestros abuelos no podían visitar al médico con la facilidad que se hace hoy en día, por lo que tenían un conocimiento muy profundo sobre las medicinas que les rodeaban: plantas, barros, recetas. Remedios ancestrales en definitiva cuyo conocimiento se ha ido trasmitiendo de generación en generación de forma práctica y oral. Nuestros abuelos por una clara necesidad se volvieron sabios de su entorno y, algo que es muy importante, autosuficientes, aprendieron a valerse por sí mismos.
¿Por qué no coger lo mejor de las épocas pasadas y lo mejor de ésta? Hay multitud de pequeños problemas de salud o situaciones en las que hay que reaccionar rápido con lo que tienes en casa y que se pueden solucionar, que tú puedes solucionar. Además, tenemos la suerte de que a día de hoy podemos conseguir ingredientes y materias primas de otros países e incluso de medicinas tradicionales de otros continentes fácilmente. De tener a nuestra disposición tiendas y mercados para elaborar un auténtico botiquín natural.
Os proponemos por autoconocimiento, por sabiduría popular, porque es necesario hacernos responsables de nuestra salud y la de los nuestros, porque los servicios sanitarios no dan muchas veces a vasto y los medicamentos convencionales propuestos suelen ser químicos, que en casos puntuales son muy resolutivos, pero con los que caemos en el error de abusar perdiendo efectividad e incluso llegando a ser perjudiciales. Por ética en el cuidado de la salud y la Vida, os proponemos este curso de Remedios Naturales.
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