Los problemas de sueño como el insomnio, no dormir bien, despertarnos recurrentemente, etc., pueden estar generados por diferentes causas como las siguientes:
- Desajustes hormonales: períodos como la menopausia, el embarazo…
- Haber estado en alerta durante la noche en un período largo de tiempo. Por ejemplo, cuando tenemos niños pequeños, cuidado de los padres…
- Estar preocupado por una situación personal: problemas en el trabajo, económicos, con la pareja, familiares…
- Una cena copiosa.
- El consumo en exceso o cerca de las horas del sueño de alcohol, cafeína, tabaco u otros.
- Trabajo a turnos, con los cambios de horario correspondientes.
- Tener una vida sedentaria.
Y un largo etcétera único y exclusivo para cada una de las personas que sufren insomnio y con ello un descenso en la calidad de vida y de la salud. Estos trastornos en el sueño conllevan a un descenso de energía, pero también pueden ser la causa de sentirse deprimido, irritado, tener falta de concentración e incluso tener somnolencia diurna que genera problemas al conducir o trabajar.
Como las consecuencias son tan globales, el enfoque para paliar el insomnio debe ser de manera integral, es decir, atender tanto a lo físico como a lo emocional y propio de cada persona:
- Físicamente: regular el sistema hormonal (cortisol, melatonina…) así como el sistema nervioso central para conseguir los niveles de calma, relajación y sueño profundo.
- Emocionalmente: gestionar el motivo psico-emocional que provoca la alteración del sueño.
- Personalmente: si queremos paliar la causa y no el efecto (el insomnio), deberemos personalizar las recomendaciones a las personas que ayudemos.
Precisamente por esta visión integral la Aromaterapia es tan eficaz en los casos de insomnio, ya que podemos actuar desde estos dos vértices:
- AROMATERAPIA CIENTÍFICA: definida por Gattefosse como “el uso de los aceites esenciales, botánica y bioquímicamente definidos, para el tratamiento de patologías de hombres y animales, por vía oral, tópica y atmosférica”, es decir, el uso coherente, consciente y científico de los aceites esenciales desde el conocimiento de los principios activos como los esteres, las cumarinas o lo aldehídos terpénicos, entre otros, cuyas propiedades principales son sedantes, calmantes, hipotensores, ansiolíticos… Entre ellos tenemos aceites esenciales como:
- Geranio de Egipto
- Incienso
- Lavanda
- Verbena Exótica
- Melisa
- Mandarina
- Naranja
- Azahar
- Petite Grain
- AROMATERAPIA EMOCIONAL: el olfato está directamente conectado con el sistema límbico que es el que rige nuestras emociones, por lo que a través de la elección correcta del aceite esencial podremos ayudar a regular el sistema emocional que altera nuestro ciclo del sueño.
Y aquí es donde surge la “magia” de los aceites esenciales, en elegir el mejor aceite esencial entre todos los que nos pueden ayudar físicamente y que, a la vez, incida en la causa emocional de nuestro insomnio. Por ejemplo, un consejo a nivel genérico es estos casos concretos:
- Mujer de 48 años, con problemas a la hora de conciliar el sueño y teniendo que reestructurar su situación familiar (los niños ya están mayores y hay que recuperar la chispa, si la hay, de la pareja): AE Salvia, AE Palmarrosa, AE Geranio.
- Hombre de 48 años, fumador, que está pasando un duelo familiar: AE Azahar, AE Mirto Verde, AE Verbena Exótica.
- Niña de 10 años, en un ambiente familiar de discusiones que siente rechazo en el colegio: Esencia de Mandarina, AE Lavanda, AE Verbena Exótica.
Por ello, la “magia” de los aceites esenciales no radica en las propiedades en sí (que eso es algo científico), sino en el uso consciente, más allá de lo evidente, de la Aromaterapia científica y emocional.
Yolanda Muñoz del Aguila
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