Terminan las navidades y la sensación que suele predominar es encontrarnos más pesados, hinchados o intoxicados de lo habitual.
Estas percepciones son normales. En nuestra cultura nos juntamos con la familia, amigos o compañeros de trabajo entorno a un plato de comida, un acto que se repite en todas las fiestas navideñas. Bebemos y comemos más de la cuenta, tomamos alimentos que no consumimos habitualmente o mezclas que no solemos hacer. Y esto trae consigo sensaciones incómodas.
El cuerpo nos “habla”
- Fatiga: la presencia de toxinas puede afectar la energía y causar una sensación constante de cansancio.
- Problemas digestivos: síntomas como hinchazón, estreñimiento o diarrea pueden indicar problemas en el sistema digestivo.
- Aumento de peso inexplicado: la retención de líquidos y la acumulación de toxinas pueden contribuir al aumento de peso sin razón aparente.
- Dolor de cabeza: las toxinas pueden desencadenar dolores de cabeza o migrañas recurrentes.
- Lengua sucia.
- Piel opaca o problemas cutáneos: una piel sin brillo, acné persistente o irritaciones cutáneas pueden ser signos de toxicidad.
- Problemas de concentración: la acumulación de toxinas puede afectar la función cerebral, causando dificultades de concentración y memoria.
- Ojos inflamados.
- Dolor muscular o de las articulaciones.
- Mal aliento: la presencia de toxinas en el sistema digestivo puede llevar a problemas de aliento desagradable.
- Cambios en el estado de ánimo: la intoxicación puede influir en el equilibrio químico del cerebro, afectando el estado de ánimo y causando irritabilidad o ansiedad.
Estos son algunos de los síntomas que aparecen después de las fiestas navideñas. Pero no debemos preocuparnos, sino ocuparnos de ello.
Para esto debemos apoyar a nuestros órganos principales de eliminación de toxinas, lo que desde la naturopatía clásica se ha llamado siempre emuntorios: el hígado, el intestino y los riñones.
La piel también debemos tenerla en cuenta, ya que como órgano de eliminación secundario también derivan a ella todas las toxinas que no conseguimos eliminar por otras vías.
Estos órganos emuntorios se ocupan de eliminar las toxinas hacia fuera del organismo. El problema viene cuando sobrepasamos estos sistemas de depuración internos, ese es el momento en el que comienzan a acumularse las toxinas, por eso, debemos favorecer la eliminación.
Tenemos que pensar que por la sangre van a circular las toxinas. El corazón bombea 5 litros de sangre por minuto.
Por cada uno de estos filtros pasan 5 litros de sangre por minuto:
- En una hora pasarán: 5×60=300 litros a la hora
- En 1 día pasarán: 300×24=7200 litros al día
Por lo que constantemente están recibiendo una sangre “sucia”.
Alteración del terreno
Según la Medicina natural, la causa profunda de toda enfermedad es la suciedad del terreno producida por los desechos. Las enfermedades son la punta del iceberg, la parte oculta es el terreno. Por tanto, las enfermedades son el resultado del intento del organismo por limpiarse. Si es por los bronquios, puede dar bronquitis; si es por la piel, eccema…
Algunas de las recomendaciones para favorecer el drenaje de las toxinas son:
- Hidratación: aumenta el consumo de agua para ayudar a eliminar toxinas y mantener el cuerpo bien hidratado.
- Infusiones detox: incorpora infusiones de hierbas como té verde, diente de león, jengibre, alcachofa o romero, conocidas por sus propiedades depurativas.
- Alimentación antiinflamatoria e hipotóxica.
- Jugos naturales: prepara jugos con ingredientes como pepino, apio, espinacas y limón, que ayudan a desintoxicar el cuerpo.
- Ayuno intermitente: prueba periodos de ayuno intermitente para permitir que el sistema digestivo descanse y se regenere.
- Ejercicio suave: realiza actividades físicas suaves como yoga o caminatas para estimular la circulación y promover la eliminación de toxinas.
- Descanso adecuado: asegúrate de tener suficientes horas de sueño para que el cuerpo se recupere y regenere durante la noche.
- Baños de desintoxicación o sauna: disfruta de baños con sales de Epsom o bicarbonato de sodio para ayudar a liberar toxinas a través de la piel.
En caso de necesitar alguna ayuda más, recuerda consultar con un naturópata o formarte antes de realizar cambios significativos en tu rutina.
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