-Bosque de Ribera-
En este mes de Marzo, concretamente el 21 de Marzo, es el día internacional de los Bosques. Por esa razón nos hemos decantado desde IEN dedicarle un artículo a este ecosistema tan rico, tan nuestro a la vez, como son los Bosques. Concretamente nos vamos a referir en este artículo a uno muy especial, el Bosque de Ribera, o a veces llamado bosque de galería.
Para abrir boca habría que definir en un primer lugar que es un bosque. Pues bien, la Real Academia Española nos dice que es un sitio poblado de árboles y matas. Realmente y desde un punto de vista objetivo, me resulta una definición sumamente paupérrima y que no hace honor la verdad.
Un Bosque es algo mucho más grandioso, es un perfecto sistema (ecosistema) de relaciones equilibradas y balanceadas entre seres vivos de toda clase, tamaño, evolución y condición (mamíferos, aves, reptiles, insectos, microinvertebrados, plantas, hongos, líquenes…. Y así casi hasta el infinito) y un conjunto de condiciones abióticas (carentes de vida) como son la humedad, el suelo, la temperatura, el viento,etc que hacen que no haya dos bosques iguales.
Un Bosque es nuestra relación con la Natura, es el catálogo más exquisito de Vida que podemos imaginar, es un paisaje, un cuadro, una escena viva de la película de historia del Planeta, es el refugio de diversidad, el laboratorio vivo del mayor ejemplo de creatividad. El bosque es donde se sintetizan de forma orgánica y natural todos los remedios, medicinas y productos de sanación. Es de dónde venimos y adonde volvemos cada vez que sentimos el anhelo de nuestra raíz, un vacío interior o un vértigo que desestabiliza nuestro equilibrio. Es donde volvemos para Conectar con nuestro Origen.
Los Bosques de Ribera son todos aquellos espacios que cumpliendo con lo anterior acompañan el curso de un río. Ese sistema venoso de nuestro Planeta que alimenta, nutre, oxigena y fertiliza todos los tejidos térreos de alrededor. Algo tienen en común todos los integrantes de este bosque, ya sea vegetal o animal, su mayor vínculo con lo ácueo.
La vegetación en este tipo de ecosistemas se dispone de acuerdo a esa influencia directa con el agua.
La primera banda sería aquella en contacto directo con el agua fluyente, integrada por especies con mayores requerimientos hídricos, y que son capaces de soportar los efectos de avenidas. Estaría dominada por arbustos flexibles y con gran capacidad de regeneración (sauces arbustivos o, en ambientes más secos y cálidos, tarayes).
Por detrás de ella, los modelos ubican al menos una segunda banda, siempre arbórea, formada por aquella vegetación que únicamente requiere que la capa freática se encuentre a una profundidad accesible, aunque sólo sea temporalmente, para sus sistemas radicales.
Los continuos procesos de erosión, transporte y sedimentación que se producen en los cursos de agua hacen del medio ribereño un ambiente en continua evolución. Si añadimos a esto la modificación de los sotos por parte del hombre, se entiende la necesidad de entender estos sistemas desde un punto de vista altamente dinámico e integrador.
Las propiedades más significativas que convierten a los bosques de ribera en formaciones bien diferenciadas y de gran valor son su alta diversidad biológica, su alta productividad y el elevado dinamismo de los hábitats que acogen. Todo ello como consecuencia de sus particulares condiciones hídricas, que favorecen el refugio de especies propias de zonas climáticas frescas y húmedas en áreas más cálidas y secas.
Dada su importancia ecológica, parece necesaria y urgente la adopción de medidas encaminadas a la protección y regeneración de estos medios.
Conocer para Entender-Entender para Respetar-Respetar para Evolucionar
Juan Carlos Gálvez Peñalva
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