La perimenopausia es un proceso normal y fisiológico, con una duración definida y que no debe alterar significativamente la actividad cotidiana de las mujeres en este momento de su vida.
Dentro de todo el proceso de cambios fisiológicos que suceden en esta etapa, uno de los más importantes es la pérdida de progesterona. Esto puede suponer la aparición de síntomas como ansiedad, palpitaciones, dolor de mamas, migrañas, sudores nocturnos o periodos descontrolados.
Asociado a esto, el descenso de la progesterona supone un desafío corporal importante pues el sistema inmunológico se ve alterado, y esta es una de las razones por las que hay tendencia a que aparezcan o sean visibles problemas autoinmunes.
Mucha de la sintomatología menopáusica es similar a la sintomatología de hipotiroidismo, incluso a la sintomatología de fibromialgia.
Con lo que la respuesta a la pregunta inicial, es: no existe la tiropausia.
Lo que sucede es el destape de una debilidad funcional de la persona en un nuevo contexto desafiante al que no ha podido adaptarse.
En el siguiente vídeo, Fernando Aparicio, te cuenta un poco más de qué trata la mal llamada tiropausia y cómo podemos ayudar a tratarla.
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