Podría iniciar este artículo exponiendo cómo y cuándo nació la Homeopatía, quién fue su creador y sus principios. Llevo impartiendo clases de esta disciplina desde hace muchos años y así comienzan los alumnos a entender los principios de su funcionamiento. Podría también exponer como inicio los estudios científicos que la avalan -estudios in vitro, a doble ciego, etc.-, o todas las bases metodológicas de experimentación. Sin embargo, voy a comenzar a explicar por qué elegí estudiar Homeopatía y por qué sigo estudiándola hasta el día de hoy.
Nuestro organismo es un milagro de perfecto funcionamiento al igual que nuestro sistema inmune, pesa a todas las atrocidades que le hacemos como consumir tóxicos, cometer excesos, carencias y otros errores.
Si existe alguna intervención que impulsa al organismo a su autorregulación, estimulando todas sus posibles capacidades sistémicamente, sin ofrecer efectos secundarios, ni riesgos para su integridad, este impulso lo dan las dosis infinitesimales infratóxicas homeopáticas.
Ni milagros ni agüita alegre, funciona perfectamente cuando se conocen sus aplicaciones y sus leyes.
A continuación expongo una experiencia personal:
Un día acudí a la consulta de la ginecóloga y me informó que tenía dos miomas pequeños y un pólipo que había crecido en poco tiempo rápidamente, por lo que estaba sopesando intervenir para quitarlo. Hasta ahora no la había preocupado, pues su evolución era lenta, pero ahora había que tomar una decisión; le pedí un tiempo para aplicarme una terapia homeopática.
A los dos meses acudí de nuevo a la ginecóloga para ver la evolución. Nuestra sorpresa fue que después de examinarme me dio la noticia de que no tenía ni los miomas ni el pólipo, el que estaba creciendo rápidamente. Mi ginecóloga me dijo, “te lo has quitado con tus cositas”, e hice una segunda comprobación con otra doctora para asegurarme. Tras examinarme y hacerme una ecografía concluyó que estaba perfectamente, aunque había signos de haber tenido miomas. Se había solucionado rápidamente sin otra intervención que una terapia homeopática.
Esta ciencia nació hace más de doscientos años tras mucha investigación por parte del Dr. Samuel Hahnemann en Alemania, donde todavía celebran su descubrimiento y siguen investigando con nuevas sustancias.
Desde su nacimiento la materia médica homeopática recoge, tras una meticulosa experimentación, los resultados que ejerce a dosis sub-tóxicas sobre la persona sana, a la que se denomina patogenesias, y que se aplica sobre el desequilibrio de una persona bajo la ley de similitud, llevándole a una autorregulación reaccional.
Desde la potencia 12 CH no contiene molécula, aunque recoge una información liberada en el solvente tras someterse en cada paso a dilución y sucusión, impregnando los gránulos, glóbulos, así como otras bases que vehiculizan la potencia elegida.
Nadie discute sobre nuestro campo electromagnético cuando es estimulado por una resonancia magnética para un diagnóstico, pero sí cuanto este campo es estimulado por la Homeopatía para provocar una reacción reguladora.
A nivel práctico la evidencia de su efectividad está demostrada desde su inicio hasta nuestros días.
Hay colectivos y personas con intereses para desvirtuar la efectividad de la Homeopatía, con argumentos falaces. Si quieres saber su efectividad, infórmate personalmente en fuentes fidedignas sobre investi
gaciones llevadas a cabo por ejemplo con Belladona, que tiene una acción parecida que la dexametesona y la indometacina, moléculas químicas utilizadas en reumatología; así como la acción de Apis mellifica 15 CH sobre la degranulación de basófilos in vitro, con una eficacia en variar su degranulación del -60,8%, es decir, que se inhibe la respuesta alérgica al contactar con el alérgeno en ese porcentaje, lo que demuestra la eficacia de altas diluciones sin contener molécula a partir de la 12 CH.
¿Tenemos el derecho de privar en España a personas y animales de los beneficios homeopáticos cuando en toda Europa y en el mundo entero está plenamente reconocida durante más de 200 años?
Mi opinión personal es que tenemos un deber, con el progreso y con el reconocimiento, que ya tarda en este país, pues estamos a la cola de Europa, tanto en el desarrollo de la Homeopatía como de las terapias integrativas.
Por Lola Culebras Pinheiro: Dietista Naturópata, Homeópata,
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