Ya estamos en verano y en vacaciones, una época en la que solemos exponernos al sol bien en la playa, la piscina o en la montaña. Pasamos prácticamente de no recibir sol a someter nuestra piel a un abuso de horas de exposición.
En este artículo pretendemos poner algo de claridad a este tema y hacer algo de pedagogía al respecto. Para empezar, ¿qué es la radiación solar?, ¿cuántos tipos hay? A la tierra le llegan del Sol radiaciones de distintos tipos. Las capas de ozono y de oxígeno de la atmósfera evitan que los rayos gamma y los rayos X penetren hasta la tierra, pero en cambio, la radiación ultravioleta, los rayos UVA y UVB, sí que consiguen atravesar esta capa y llegar hasta nosotros.
Los rayos UVA son los responsables de la pigmentación inmediata y los rayos UVB estimulan la formación de vitamina D, aumento del estrato córneo de la piel (hiperqueratosis), debilitamiento del sistema inmunológico y aparición del cáncer de piel.
Ambas radiaciones provocan la formación de radicales libres que alteran el funcionamiento normal de la célula con su posterior degeneración. El 90% de los cambios que sufre la piel humana son debidos al envejecimiento prematuro de las células cutáneas, motivados por los daños de la radiación ultravioleta.
Nuestro cuerpo pone en marcha varias rutas de protección a las agresiones solares. Por un lado, se aumenta la fabricación de melanina (sustancia responsable del color de la piel) y, por otro lado, se produce una hiperqueratosis (engrosamiento del estrato córneo de la piel).
¿ Qué es en realidad el factor de protección solar?
El factor de protección solar es la relación que existe entre el tiempo necesario para la aparición de un eritema solar, usando un filtro solar y el tiempo necesario para generar el mismo eritema sin filtro. Por ejemplo, un factor de protección 20 permite exponerse al sol 20 minutos como si se hubiera estado expuesto solo 1 minuto.
Consejos para tomar el sol de forma segura
A continuación, se desglosan una serie de útiles consejos para disfrutar al máximo de los importantes y vitales beneficios de la toma de sol:
- Aconsejamos aplicar una crema como mínimo de un factor 30 de protección. A partir de ahí y dependiendo de la sensibilidad cutánea de cada individuo, la dosis de radiación incidente, el ángulo de incidencia del sol y la duración de exposición al sol, se deberá aplicar una crema con una protección adecuada.
- Se debe aplicar unos 20 a 30 minutos antes de exponerse al sol y se debe renovar cada 2 o 3 horas para que no se pierda el efecto. Es conveniente que el bronceado sea progresivo, al principio exposiciones cortas y luego ir aumentando el tiempo. El primer día sólo 15 minutos, luego ir aumentando 10 minutos cada día.
- Cuidado con los días nublados. Los días nublados también debe usarse crema con protección, ya que las radiaciones atraviesan las nubes.
- En la montaña se debe utilizar crema con foto protección más alta, ya que el riesgo de padecer una quemadura se incrementa un 4% cada 300 metros de altura.
- Aportar una buena fuente de ácidos grasos (ácidos omega-3) nos puede ayudar a mantener en buen estado nuestras membranas celulares. Este omega-3 lo podemos encontrar, principalmente, en el pescado y sobre todo en el pescado azul (caballa, atún, arenque, sardina…). El consumo de frutos secos o de huevos también serán fuentes importantes para proteger y mejorar la salud de nuestra piel.
Esperamos que esta información sirva para que disfrutes al máximo de estas vacaciones tan merecidas.
Por Juan Carlos Gálvez
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